Nosotros

¡Hola a todos! Somos María y Francesco y os damos la bienvenida a lo que iba a ser nuestro fiel compañero de aventura, nuestro diario de viaje, y que ha acabado convirtiéndose en un diario de recuerdos.

IMG_1343

Sí, porque – antes que nada – este blog tiene la intención de ser nuestra manera de contar y recordar a María y Francesco del futuro lo que este increíble camino ha sido, a través de impresiones, comentarios, anécdotas, fotos y recuerdos. Y por supuesto es también un vehículo para que la gente que nos quiere, o que simplemente está interesada en conocer nuestra aventura, pueda en parte vivir nuestras experiencias.

Mientras viajábamos confirmamos lo que otros bloggers ya nos habían advertido: escribir y mantener un blog es un trabajo y como tal requiere mucha dedicación. A las pocas semanas de iniciar nuestro gran viaje nos dimos cuenta de que preferíamos dedicar mas tiempo a viajar, a vivir la experiencia, y menos a escribir artículos, editar fotos y publicar contenidos.

Las ganas de contar lo que este viaje ha significado para nosotros siguen allí, intactas, e incluso más fuertes que el día en que salimos. Así que ahora que hemos hecho un alto en el camino, empezamos a contaros y a contarnos lo que ha sido nuestra gran aventura…y de paso todas las que seguirán, que esperamos sean muchas! 😉

 

¿Quiénes son los caminantes? ¿Quienes son María y Francesco?

María es española, tiene 31 años y es de Calatayud, conocido por sus torres mudéjares, por salir en los concursos televisivos («¿Como se llaman los habitantes de Calatayud?»…tic-tac-tic-tac…) y por «la Dolores».

Francesco es italiano, va camino de los 34 años y viene de un pueblo perdido en el medio de un montón de otros pueblos, pueblitos y pueblachos que llenan la llanura Padana entre Milán y Como. El pueblo se llama Rovellasca, y este sí que es famoso en todo el mundo por su increíble y verde parque, que nada tiene que envidiar al mismísimo Central Park 😜

Se conocieron en una calurosa noche de Mayo de 2005 en Madrid, ciudad donde ambos estaban estudiando.

La casualidad quiso que uno de los amigos y compañeros de Erasmus de Francesco (nuestro querido Stefano) fuera también compañero de piso de María. Esa noche de mayo Stefano organizó una cena, invitando a un grupo de amigos y obviamente a sus dos compañeros de piso: Carlos y María.

Y fue así que los caminos de los dos se cruzaron, para no volver a separarse… y aquí los tenéis, casi 11 años después, recorriendo el mundo con una mochila, muchos sueños e ilusiones y unas ganas enormes de conocer, vivir y disfrutar.

La idea de un gran viaje rondaba por la cabeza de María desde hacía años. Era su sueño en el cajón, ese que dices «algún día me encantaría dejar todo, coger mi mochila y descubrir el mundo con los ojos de un viajero y no con aquellos del turista». Ella, de los dos, es la soñadora, la más sentimental e irracional.
Francesco comparte con ella el amor por viajar, pero siempre ha sido muy racional (aunque después de nuestro gran viaje esto ha cambiado un poco 😊), y por mucho que la idea de hacer un largo viaje sin billete de vuelta fuera excitante y emocionante, no conseguía encontrar el momento adecuado, o mejor dicho, no quería encontrar ese momento.
Hasta que un día, después de un año malo y lleno de miedos, en un sitio en el que ninguno de los dos se sentía para nada en su casa, algo hizo «click» en el interior de Francesco. Se dio cuenta de que la vida hay que vivirla haciendo lo que uno quiere y no solo lo que se supone que uno debe. Ese día Francesco recordó una frase que un amigo y ex-compañero de trabajo le dijo al despedirse de él, enfrente de la puerta de su casa, en las Blue Mountains, cerca de Sydney: «Arrepiéntete de las cosas que has hecho, no de las que nunca has llegado a hacer». En ese momento la frase se refería a otras circunstancias, pero el mensaje que contenía era válido en esta ocasión.

Fue así que los dos decidieron desprenderse de su vida en Berlín, que mucho les había dado, pero no lo que ellos estaban buscando, para comprar un billete de solo ida a Bangkok y recorrer en principio el sudeste de Asia y todo lo que pudiera ir después, sin demasiados planes, sin fechas límite y sin prisas.

 

¿Por donde empezar y hacia donde ir?

Sencillo. Nuestro primer gran viaje juntos (de casi 5 semanas) fue a China y Japón. Ese viaje encendió nuestra curiosidad y nuestra admiración por Asia. Luego vino Bali… Singapur… Tailandia… Malasia… hemos seguido volviendo a Asia durante años en nuestras vacaciones y nunca nos hemos cansado de ella. Siempre que hemos vuelto, nos ha dado la sensación de habernos ido demasiado pronto.
Y bueno, para que negarlo, también es posible viajar durante meses en esta zona del mundo porque los precios lo permiten a pesar del presupuesto ajustado.

Lo que ocurrió en realidad es otra historia. Hubo un bache en el camino, un susto muy grande, y a razón de ello un cambio de ruta radical. Cortando por lo sano, pasamos de Asia y Oceanía a Europa y Norteamérica… del calor tropical al frío polar… de los bungalows a pie de playa a una tienda en el desierto. La ruta ha sido improvisada, y volviendo la vista atrás no nos arrepentimos de nada.

¿Os animáis a descubrir nuestras idas y venidas? ¿Sí?
¡Muy bien! ¡Estamos encantados de poder contaros todo! 😀

Los caminantes

 

¿Por qué llamar el blog «Nuestras huellas el camino»?

La idea la tuvo María, en los días previos a la salida desde Madrid. Se debe a un poema de Antonio Machado, que aquí incluimos para rendir homenaje a las palabras que inspiraron el nombre de este blog:

«Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar,
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.»

La idea es sencilla y resume con claridad lo que esperábamos de este viaje.
No esperábamos unas vacaciones, con fecha de comienzo y caducidad y con planes estrictos que nos llevaran de un sitio a otro para ver lo máximo posible y que aún así nos permitieran llegar al aeropuerto dos horas antes de que saliera el vuelo de vuelta. No.
La idea era otra. Los planes se hacen al andar, viendo sobre la marcha lo que nos gusta y lo que no, orientándonos por el instinto y por las sensaciones que los sitios que visitamos y las personas que encontramos nos van transmitiendo. En este sentido no hay camino delante de nosotros, solo las huellas que dejamos tras nuestro paso… ¡y tras este viaje podemos dar fe de ello!

5 comentarios en “Nosotros

  1. Pingback: Odisea entre Koh Samui y Georgetown |

Deja un comentario